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lunes, 16 de diciembre de 2013

La educación obligatoria: su sentido educativo y social

El texto trabajado la semana anterior en clase fue "La educación obligatoria: su sentido educativo y social" de J. Gimeno Sacristán, concretamente el Capítulo V que a partir de grupos de trabajo se fue desmenuzando apartado por apartado, extrayendo las ideas principales.

Todos los textos tenían de base la educación en la diversidad, porque no todos los niños tienen las mismas capacidades o características,  la educación lo tiene que tener en cuenta sin ser exclusiva.

La introducción del texto plantea que la educación obligatoria es una experiencia universal que caracteriza a las sociedades modernas, ésta ha sido reconocida como un derecho universal necesario para el desarrollo del ser humano pero también para el avance y la mejora de la sociedad.
Pero que exista la educación obligatoria no quiere decir que valga con abrir la escuela a todos, sino que debe ser un derecho que de verdad preste la oportunidad de ser educado, de poder desarrollarse. No debemos confiarnos porque exista ya una educación obligatoria sino que se debe seguir construyendo y nutriendo.


“…Y puesto que hay un fin único para cada ciudad, es manifiesto también que la educación debe ser necesariamente única y la misma para todos, y que el patronato de ella debe ser público y no privado..." (Aristóteles, 1988, Política, pág. 456)

El primer apartado es "La naturalidad de las diferencias", en el cual argumenta que todos tenemos la misma naturaleza y derecho de igualdad, pero a la vez todos somos diferentes. Destaca que en la sociedad existe heterogeneidad, es por eso que las normas intentan crear una homogeneidad, pero la escuela debe afrontar estas diferencias, aceptadoras y respetándolas es por eso que como cita al principio de este apartado el autor la educación  ha tratado de buscar los mismos fines educativos basándose en que todos tenemos la misma naturaleza humana, pero también han tratado de hacer compatible esta idea con la idea de que en el ser humano existe diversidad. Esta combinación ha sido un reto para las instituciones y los profesores.
Se debe hacer hincapié en apoyar la diferenciación para conseguir la igualdad, es decir, el papel de la escuela debe estimular la diversidad.

En el segundo apartado "La diversidad se convierte en problema. El gusto por lo normal y el nivel", expone que el sistema educativo no permite la desviación de los alumnos de lo que se considera normal. La escuela es graduada y se organizan los cursos por edades, pero esto no significa que todas las personas con la misma edad tengan las mismas capacidades y características, es por eso que la escuela y  el currículo deben dar oportunidades para todos, es por eso que si se pretende que la escuela sea integradora debe tener un currículo integrador, flexible. Esto destaca la importancia de las actividades abiertas.

El tercer apartado "Graduar la escolaridad obligatoria facilita el progreso ordenado, pero regula un ritmo para los estudiantes que son desiguales", expone que en la educación actual se divide a los alumnos por edades no por conocimiento y esto no permite que haya un buen rendimiento académico. En este apartado hace referencia al sistema taylorista, porque como esté se usan a los niños como una especie de sistema de montaje en cadena, también habla de la escuela unitaria que lo que plantea es actividades abiertas que permitan que toda opinión sea válida, sin exclusión de ninguna.

El cuarto apartado "Formas de abordar la complejidad provocada por la diversidad" habla de que el currículo debe ser flexible, ni estrictamente individualizado ni tampoco totalmente común. se debe llegar a un consenso por parte de todas las instituciones que lo regulan. deben tener en cuenta la diversidad de los sujetos para poder responder con una pedagogía y unos recursos adecuados a estos, se deben crear actividades atractivas que motiven el querer aprender.

El último apartado "La escuela pública y comprensiva como respuesta a las desigualdades y las diferencias", como hemos hablado no todos somos iguales por tanto una educación igual no quiere decir que sea igualitaria, es por ello que para ser igualitaria debe aceptar de igual forma las diferencias educativas.


En este texto, por tanto, se esta hablando de la necesidad de una educación que reconozca las diferencias y las asuma, de forma que se pueda llegar a una real educación igualitaria para que así se cumpla de verdad el derecho a la educación reconocido como fundamental por los derechos humanos.



Irene Tomás Pardo

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